Rota está la pluma mía
de tanto escribir poesías
a amores y desamóres
y a cosas de la vida,
al rosal
de mis dulces ilusiones
a esa luna cristalina que nos mira
y a esos geráneos
que se colunpían en los balcones,
a los besos de los enamorados
de los frescos surtidores
a tus besos y a mis besos
y a un tren lleno de amores,
haciendo siempre caminos nuevos
entre las espigas
de los buenos labradores
campos blancos y eternos,
a los cuentos de niños pobres
a la paz, al amor y al sufrimiento
al oro de la tarde que se serena
a los lirios del campo
y a las hermosas azucenas,
a las tiernas golondrinas
y a los cielos llenos de estrellas
a tantas cosas ya pasadas
y a las que por venir quedan
en esa maravillosa esperanza
ese nido lleno de añoranzas,
al río que corre manso en la ribera
y a tantos sentimientos
que llevamos en el alma....
A la espera...
Despuntada la pluma
suspira callada
sobre la mesa...