Cuando tu luna se hunda
en los suspiros de mi noche
y tus aromas tenga a mi alrededor,
te buscará mi mirada con ternura
y una sutil, pero cálida pasión,
siendo tú, mi brisa durante el día
y mi adorado sol, llenándome de calor
y viendo los mares, y los ríos que se crecen,
en tu profunda mirada, llena de amor,
donde tu cielo por mí se enternece,
más tus labios, que me besan con candor,
hipnotizando mi noche con dulzura,
con ese tu amor que se preñó
de mi hermoso sol y tu ardiente fulgor,
llevando nuestras almas al cielo,
en una luz que para nosotros nació…
Besos de arcoíris tendremos,
adornados con pulseras de ensoñación
y que la tarde cuando se junte con la noche
sea el preámbulo de nuestro amor.
Nuestro futuro ha sido dado a luz
por el vientre del tiempo, que las penas borró,
con los sueño que reposaban en nuestros ojos,
más los anhelos que viven en nuestro corazón.
Alzado por el cielo, las estrellas y la luna
en un cántico acorde con Dios
viviremos este sueño que aúna
en su plenilunio, el amor que se amplió.
Yamila.