Mael Lorens

REMANDO ENTRE GALERAS

Estruendoso dolor el que sufrí ayer, la hermosa luz del Sol dice
con sus destellos, que el día hoy será bello, nada que ver con
aquellos días oscuros, con los que el horror y la crueldad
me abatieron.

Mi pérdida de fe, fue sin duda recuperada por aquellos acontecimientos que viví aquella noche en las Galeras Romanas, pero sin explicarme por qué, sobreviví.

Aunque cada minuto que pasé allí abajo, remando, mojado entre sudores, dolores, llantos, sufrimientos, latigazos y sangre, no se pueden explicar con ninguna palabra, solo sintiéndolos
en la propia Piel, gritando el Alma.

Aquella noche se nos precipitó una Tormenta que nos hizo naufragar, el Guardián, el que con sus latigazos, nos hacía
remar y remar, fue el que nos salvó de un ahogamiento seguro, liberándonos las cadenas dónde estábamos amarrados mis compañeros y yo.

Salí nadando de aquel infierno inundado por las bravas aguas del océano, y cuando emergí del fondo del mar, pude ver muy cerca la tierra, pero antes, debía salvar una cantidad de rocas muy peligrosas para llegar a la orilla, sin duda, el naufragio se debió al chocar la Nau con alguna gran Roca que la partió en dos.

Hay que vivir como se piensa, si no, se acaba por pensar
cómo se ha vivido, no se puede vivir con miedo, la vida
es así, si te caes, te levantas, si no te mueves por miedo,
en realidad es que te has muerto, aprende a Flotar.

Me jugaría la vida por morder tus labios, por saborear
tu lengua, por morirme entre tus brazos, por oír un té
quiero.

Yo tampoco sé vivir, en realidad, todo se aprende viviendo.

Para saber vivir, necesitas creer, y lo jodido es que solo hay
una vida, cuando en realidad, se necesitaría varias vidas.

Y pasan los años y cuando llegas al final te das cuenta que
solo te has quejado en la única vida que alguien te ha dado.

Me agarro a la vida y no quiero soltarla, sobrevivo a duras penas, necesito pensar contigo, y sigo nadando y nadando
y pensando y pensando viendo la orilla que nunca llega.

Sabes vivir pero solo tienes miedo, me repito una y otra vez, el miedo se ríe de mí, y yo me enfrento a el, sé que todo pasará, y el aburrido, se alejará de mi, como se van las Mareas, en el mes de Abril.

Y por fin llegué a la orilla, Tierra...Grité Tierra, me puse de rodillas y la besé, los demás del Naufragio, se los tragó la Mar

Me marché de ese extraño y siniestro lugar que casualmente me dio la Libertad cuando la muerte me rondaba como quien escapa del Diablo y a casa me fui .

Y tus labios besé , me sentí un esclavo, que se salvó de su propio
naufrágio, nadando, sin perder la fe, pensando solamente en sobrevivir una y otra vez.

Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor 16/11/2019