Una fuerza elemental unió nuestras almas
desde el momento en que la voz de Dios hizo eco en la tierra
El nos hizo del triuno,
bendiciéndonos con amor eterno
Un amor que no puede ser destruido
y nunca será corrompido,
Un amor que brilla con su propia luz,
tan brillante como mil soles
Miramos su magnifica belleza
con los ojos de un niño
que mira una estrella
Estamos reunidos de nuevo
en este plan de vida
creado solo por el Divino
No hubo error,
mi corazón fue siempre
para que tu lo tomaras
Estare siempre agradecida
por tu cuerpo que me da calor
y por la dulce ambrosía
de tus labios
tal gloria nunca probé
Néctar de los dioses
delicioso pecado
cumplamos la profecía,
vida tras vida
como era y como ha sido,
tal como El lo había prometido.