Siempre pasa.
A media vuelta de la desesperanza,
está la esperanza.
Siempre pasa.
A media vuelta de la cuesta abajo
está la cuesta arriba.
Siempre pasa.
Tras la oscuridad de la noche
está la luz del día.
Pero de vez en cuando me pasa
que lo que siempre pasa...
no pasa, y pasa que aunque yo siempre deseo
encontrarte a media vuelta...,
doy la vuelta entera.
Y me paso media vuelta.
Pero tú, que estás de vuelta de mis vueltas...,
me abres tus brazos.
Y yo, doy media vuelta y...,
vuelo a tu encuentro.