Hermana…
Hoy, a un mes de tu partida,
justamente en esta hora,
de entre mis manos te ibas
dejando tu cuerpo a solas.
Las once de la mañana,
tan luego de conversar,
vino a buscarte la parca,
pues te quería llevar.
Sin nada poder hacer
te entregaste a su destino
y así, elevándote,
se fueron por el camino…
Que ya no tiene retorno
a este mundo de vivientes,
del que hasta ahora conformo
como parte de la gente…
Que lo debe transitar
tal cual tú lo hubiste hecho,
debiendo también marchar,
dejando aquí mi pellejo.
Sentado, escribiéndote,
observo el mismo escenario,
donde por última vez,
unas palabras cruzamos.
Luego de ello, nunca mas
volví a oírte, hermana mía.
Dos señas y el respirar
anunciando que te ibas.
Y así fue como te fuiste
apagándose tu luz.
Tu cuerpo inerte… que triste.
Todo silencio y quietud !
Mi esperanza y mi deseo
es que en donde te encontréis,
estés junto con aquellos
que supimos conocer…
Y que están en mi recuerdo
del que formas parte hoy.
Querida hermana, te quiero
y ya te extraño un montón !
Luis
17/11/2019
11:00 hs.-