And he still hadn\'t said goodbye. Well, it wasn\'t time to go away. When in the soul, supremacy of uncertain power is obtained. When the soul went away, leaving a trail of sensitivities between the sky and the ground. And it was he, yes, that he was, when in the destructive environment there was what was most poisoned: the desire for envy. Because the desire for envy came to come, like a leaf that flies away and in the naked soul a longing so ambiguous, as it was to possess the desire for envy. When in the sun you saw what most illuminated a comfortable desert, like pure imagination. When there was what happened most in the environment, a warmth that you know is the delirium of a single swing. And it was the desire of envy, what was seen coming and frightening of night terrors, when in the sun, one saw the most light. When what was most desired was given, a single winter full of heat. When in the sun you notice what was most given, one desire, to converge what is most given. When in the morning there was a cruel farewell. When he just said - \"goodbye\" -. A single sad goodbye, which penetrated very deeply into my own soul. When in the morning there was what was harvested in a desert a blessed flower in the same imagination. When in the attribute of obtaining what is most called here, it is the desire for envy, when in memory there was what was most desired, the same desire for envy. When in the soul what was most desired was the desire for envy, it was coming to come. When intermittently he saw the warmest torrent and full of passions. When he arrived yes, within the same empire, he shied away from adjacent gloom. And it came to come, the great desire of envy. When in time he fell into solitude of a beautiful anxiety. And it was the desire for envy, which arrived and with him. And the ice floe fell, as it falls into the open sea full of cold. And it was the torment that unleashed the anger, yes, the anger. When he learned that in time, he only obtained a bold attraction, and it was to belong to the mess of filth, and it was the desire of envy, that came with him. When it was torment and loneliness, deterioration and ambiguity, and time continued and so desolate. Well, it was the desire and so total of envy. When in the soul undermined deep inside, that desire for envy. When in boastful freedom he was imprisoned and chained, and all for envying something that belonged to him, yes. Overcoming fear in each day, in getting more envy than before. And he pronounced every letter of the alphabet of that word - envy. And he wanted to be like the desert, or as in the commercial field of that word. And it was said that silence is more than the rich feeling, yes, when envy comes. When in the way of seeing and believing in the desert, what was torment and rich feeling for envying everything he wanted was filled with pure attraction.
To be continued............................................
El Deseo de la Envidia
Y que todavía no se había despedido. Pues, no era hora de marcharse lejos. Cuando en el alma, se obtiene supremacía de poder incierto. Cuando el alma se fue lejos, dejando una estela de sensibilidades entre el cielo y el suelo. Y fue él, sí, que fue él, cuando en el ámbito destructivo se dió lo que más se envendiciaba: el deseo de la envidia. Porque el deseo de la envidia se vino venir, como hoja que vuela lejos y en el alma desnuda un anhelo tan ambigüo, como fue poseer el deseo de la envidia. Cuando en el sol se vió lo que más se alumbró un desierto cómodo, como la pura imaginación. Cuando en el ambiente se dió lo que más se dió, un calor que sabes que es el delirio de un sólo vaivén. Y fue el deseo de la envidia, lo que se vió llegar y atemorizar de espantos nocturnos, cuando en el sol, se vió lo que más llega una sola luz. Cuando se dió lo que más se desea, un sólo invierno lleno de calor. Cuando en el sol se advierte lo que más se dió, un sólo deseo, en converger lo que más se da. Cuando en la mañana se dió una cruel despedida. Cuando él sólo dijo -“adiós”-. Un sólo triste adiós, que penetró muy hondo en mi propia alma. Cuando en el mañana se dió lo que más se cosechó en un desierto una bendita flor en la misma imaginación. Cuando en el atributo de obtener lo que más se llama aquí, es el deseo de la envidia, cuando en la memoria se dió lo que más se anhelaba, el mismo deseo de la envidia. Cuando en el alma se dió lo que más deseaba el deseo de la envidia se venía venir yá. Cuando intermitentemente se vió el más cálido torrente y de llenas pasiones. Cuando él llegó sí, dentro del mismo imperio, soslayó de penumbras adyacentes. Y se vino venir, el gran deseo de la envidia. Cuando en el tiempo cayó en soledades de una bella ansiedad. Y fue el deseo de la envidia, que llegó y con él. Y el témpano de hielo cayó, como cae en el mar abierto lleno de frío. Y fue el tormento que desató la ira, sí, la ira. Cuando supo que en el tiempo, sólo obtuvo una osada atracción, y fue pertenecer al desastre de la inmundicia, y fue el deseo de la envidia, el que llegó con él. Cuando fue tormento y soledad, deterioro y ambigüedad, y continuo y tan desolado el tiempo. Pues, bueno fue el deseo y tan total de la envidia. Cuando en el alma socavó muy adentro, ese deseo de la envidia. Cuando en la jactanciosa libertad se vió preso y encadenado, y todo por envidiar algo que le pertenecía, sí. Venciendo el temor en cada día, en obtener más envidia que antes. Y pronunciaba cada letra del alfabeto de aquella palabra -envidia-. Y quiso ser como el desierto, o como en el ámbito comercial de aquella palabra. Y se dijo que el silencio es más que la rica sensación, sí, cuando llega la envidia. Cuando en la manera de ver y de creer en el desierto, se llenaba de pura atracción lo que era tormento y rica sensación por envidiar todo aquello que él quería.
Continuará………………………………………………………………