¿No quieres, amada mía, regresar a mí?
¿Ya no quieres libar del mismo vaso el licor
del frenesí? ¿Ya no derrite tu gema el amor
que en tantas ocasiones contigo compartí?
Hoy mi fantasía revive el blanco alelí
que mi corazón compartía con tanto ardor,
envuelto en su verde mirada y tierno candor
hasta el desventurado día en que lo perdí.
Mi frágil memoria olvidará tu imagen bella,
se difuminarán un día tus glaucos ojos
y te desvanecerás en una blanca estrella.
Se marchitarán tus seductores labios rojos,
sobre el polvo no quedará de tu paso huella
si ya jamás torno a postrarme ante ti de hinojos.
Suspiros y sueños de amor