Caricias de alcalinidad
y el amor brota
es catarata y manantial
océano de agua bendita
abre las puertas
a las sagradas letras
y siente como la magia resucita.
Tanta dicha en el tejado
que las raíces caminan
y trepan egos alados
pero el tiempo escatima.
En los cristales el aliento
mientras la lluvia nos empapa
quisiera que fuera en la piel
para sentir la tibieza
sin la autoridad de la luna
sin tanta sombra en la cabeza
que salpique fulgor en el ahora
en la luz de las estrellas.