Pobre Don Juan, nauseabundo camina,
por calles llanas cargadas de tristeza,
buscando nidos para cubrir su ruina,
que la historia ha dejado en su cabeza,
la que de congoja sufre y fulmina,
la esperanza de salir de su pobreza,
la que maquilla su sombra con grandeza,
y su horizonte obscuro determina.