Mece el frágil viento del otoño otra vez,
Su delicado cabello cuando el sol teñido de la tarde veo caer,
Mas aquel que fue mi delirio de un dia a dia contemplar,
Ese núnca mas mi tesoro de mujer podré llamar.
Mi cuerpo inmaculado en sagrado matrimonio te ofrecí,
Mis fuerzas, súspiros y lagrimas serían sólo para ti,
Ser el padre de los hijos que algún dia, alguna vez,
Soñamos como dos enamorados crédulos poseer.
Mece el frio viento del invierno en el alma una vez mas,
El recuerdo acompaña las horas de los dias atras dejados sin cesar,
De los sueños que soñamos alguna vez hacer realidad,
Solo quedan memorias y tristezas pasadas esto se llama ...soledad.