La leo con pasión, y con esmero,
la rima que conmueve al mundo entero.
Y miro que su acorde tan lozano
parece roja flor de aquel manzano
que adorna el gran paisaje americano
manando fresco efluvio byroniano.
Su forma ha desatado gran pandemia
haciendo se reúna la Academia.
El vuela con sus alas de jilguero
cantando cual coplero segoviano,
de España, su zarzuela tan bohemia.
Como coros de mágicas doncellas
van sus versos igual que las centellas.
Nos vienen cual guirnaldas adornadas
con perlas, por Hefesto bien labradas;
que forman las diademas argentadas
por Grecia y por oriente fabricadas.
Hoy por hoy, nuestra estrofa valenciana
es del bardo la reina soberana.
Sus fonemas nos dejan esas huellas
que nos calan con luces de alboradas
y la gracia de lúdica gitana.
En los siglos pasados se inventaron
grandes versos que al mundo conquistaron.
Pero ahora aparece nuevo genio
que nos trae su luz al gran proscenio,
donde brilla la chispa de su ingenio
que sabrá conquistar este milenio.
El tejió con su lira lo exquisito
de esta estrofa nacida en lo infinito.
¡Los poetas que gloria acumularon
a través de su verso primigenio,
hoy le rinden tributo a Juan Benito!
Autor: Aníbal Rodríguez.