Con Especial atención para Mamá Emma por su bondad, ternura, gracia y ejemplo.
De Dios fue dado ¡divino regalo!
la mujer que mis ojos conocieron;
mi segunda madre, oídos oyeron,
en mi conciencia su amor acaudalo.
Presencia sagrada como tesoro,
de enormes destellos que florecieron,
con luz de colores que amanecieron,
llenando la vida con su decoro.
Bendito sea su aparecimiento,
su bondad, ternura, gracia y ejemplo,
su palabra guardo como cimiento,
en mi corazón que es morada y templo,
donde atesora leal sentimiento,
donde su amor innegable contemplo.