Es la joya más prodigiosa,
Es el edén retratado en el recuadro
De un semblante excepcional.
¿Quién no ha de padecer
Idolatrando el sortilegio de un hermoso rostro?
Es trastornar el sentimiento atónito de quien
Contempla la perfección de una belleza única.
¿Quién se resistiría a dejar de admirar?
¿Quien dejaría de no levantar la mirada?
¿Quién alguna vez absorto ha tropezado
con el azul de los mares de unos ojos encantadores?
Y si me refiero a solo enaltecer
la apariencia de unos bellos ojos
Que no sea tomada mi elocuencia
Como persona superficial y vana,
No pretendo socavar ni querer menospreciar
La beldad que se esconde ante los ojos,
Seria cabal abarcar
la preciosidad de sus almas,
Pero me sugiero a todos ustedes preguntar,
¿Quién no ha de padecer?
Idolatrando el sortilegio de un hermoso rostro?