Tropecé al mirarte,
Despistado, me acerqué
Y ante tan irrisoria sensación
El cielo, abrió sus puertas
un rayo burlón cayó a mis pies,
Me arde el corazón a ritmos,
de enamorado, me desluce la razón
y me enredo en sabrosas puestas de sol, que solo veo yo, los nubarrones de tu mirada
se deslizan al ocaso y atrapado
gozo de mi error y libero el anhelo y la pasión, ya no me importa el mundo ni tampoco yo