¡Oh! mi higuera frondosa,
que en el fondo de mi casa
tenías tu reinado,
donde lucías pomposa
¡Te trepé tantas veces!,
goloso, a cortar
tus deliciosas brevas.
En tu copa guardabas
como lindas mariposas
panales de abejas
con mieles sabrosas
En mi adolescencia
a tu sombra leía
madrigales, con rubor.
Ya hombre,
apoyado en tu tronco
conocí,
las delicias del amor.
¡Oh! Higuera añosa
bajo tus ramas
acunaba mis sueños.
Hoy extraño,
tu tronco, tus hojas
tus higos maduros.
Si pudiera volver atrás
para estar
nuevamente contigo
mi árbol amigo,
olvidarme de la vida,
del frío, del hastío
abrazado a tu abrigo.