“Maestro Candor Guajardo, en mi memoria lo guardo.”
Escuela de salones, puertas, de ventanas,
que se abren, cierran, al compás de las campanas,
escuela de patios, bardas, techos, ladrillos,
que se cimbran al son de preciosos chiquillos.
Recinto pulcro, fiel, del más básico saber,
de lo que todo niño debe de conocer,
semillero de leales grandes mexicanos
buenos, honestos, cultivados, honorables, sanos.
Colegio enorme cimentado en regios Maestros
harto preparados para la instrucción, diestros,
regidos por su vocación en la docencia,
que repudian cualquier atroz tipo de indecencia.
Segunda casa de alumnos bellos agraciados
en las cosas del estudio asaz destacados;
refugio de libros, cuadernos, blancos gises,
en el que se siguen del internet directrices.
De escaleras que a ciencias, humanidades, ascienden,
y al crecimiento, progreso, del país trascienden,
como guían los trazos del arte renacimiento
de sus Murales: “Habitantes del conocimiento”.
Y “Cosmos”, que engalanan paredes, corredores,
de este templo sabio tan hermoso de mis amores,
jardín de enormes árboles ahora legendarios,
nidos de inocentes sueños tersos imaginarios.
Bendita sea mi escuela, mi “alma mater infantil”,
donde pasé mis primeros dulces años febril,
bendita sea mí madura, exitosa, primaria
a este día con muchos laureles . . . cincuentenaria.
Bendita sea mi primorosa, sagrada, escuela
primaria que me ha dejado cultural secuela,
ya que ignorancia, oscurantismo, el mal desarma,
por lo que la llevo más que tatuada en mi alma.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda.
Ciudad de México, a 20 de noviembre del 2019
Dedicado a la Maestra Gabriela Guillén Chávez, Directora de la Escuela Primaria “Maestro Candor Guajardo” . . .
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