Cuando nos empezamos a derrumbar,
Es porque nuestra fe se empezó a quebrantar,
Dejamos a un lado al creador
Y confiamos más en los que están a nuestro alrededor.
No importa que estemos en un desierto
Que nuestras ilusiones se vayan desvaneciendo,
Si dejamos que nuestra fe se vaya decreciendo
Espiritualmente nos estaremos muriendo.
Solamente podremos continuar
Si de verdad en Dios queremos confiar,
Cuando nos levantemos, esto empecemos a decretar
“DIOS MÍO EN VOZ CONFIO”
Y nuestra vida en paz siempre estará
Porque él en sus benditas manos nuestra vida tomará.