SIN IMAGINARNOS
De repente
en algún punto de la inmensidad
nos encontramos sin buscarnos,
sin imaginarnos;
mas el eco de nuestros latidos
acercaban nuestros sentimientos
hasta formar una sola unidad.
Tal vez
nuestros latidos pronunciaban
nuestros nombres;
y al no darnos cuenta,
nuestros corazones
comenzaron a moverse
hasta encontrarse.
Autor. LMML.