En la agonía de perderte,
he renunciado a mi vida;
No la concibo sin tenerte,
aunque estés a mí fundida.
Y he comprendido a la buena,
que no hay muerte sin agonía,
como no existe vida sin pena;
Aun así: Si te pierdo moriría.
Por eso en amarte me afano,
para no perderte ni me pierdas
y entre lo público y lo arcano,
yo te recuerdo. Tú me recuerdas.
Que alienante es el amor,
puede ser sueño o desvelo,
soñarte sin recato ni pudor
o amanecer viendo el cielo.
Es versátil: Celo a veces,
otras caricia y confianza,
es enojo por pequeñeces.
También quietud o ansia.
Más todo es grato y bello,
el siempre estar, el celo,
la tolerancia, el perdón,
el tierno latir del corazón.
Y en la agonía de perderte,
te amo todo instante más,
como la vida ama la muerte,
si le ofrenda quietud y paz.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Noviembre 23 del 2019.