A penas amanece
Comienza a tejerse un hilo que crece y crece
Formando hermosas madejas de intensos colores
Son pensamientos que del corazón fulguran,
Llenos de ti la princesa de mis amores.
Que como fuertes cadenas aseguran.
La relación que nos ha hecho triunfadores.
Y se extienden por ese campo reverdecido
De plantas que ya han florecido,
Y dulces frutos maduros.
A orillas de ríos caudalosos y puros.
Cerros nublados en la cima.
Y un frío que tú presencia amerita.
Ya Cuando la noche se aproxima.
Mi ser quiere tenerte acá cerquita.
Ah ¡ y si miras el firmamento.
De esta noche de invierno
No hay estrellas ni siquiera en mi pensamiento.
Pero versos hermosos quedan en mi cuaderno