Hartan los secretos y las mentiras
los insultos y la alevosía
los pensamientos malos, la mala energía
y todo aquello que a un alma enfría.
Hartan los ruidos fuertes, los engaños
que se crecen y crecen
intentando socavar unas vidas que merecen
la felicidad y la armonía.
Harta la persecución sin tregua.
Que hartera cuando calculan y maquinan
la maldad con la frialdad del hielo
esbozando luego una sonrisa
de los más viles cuervos.
Que hartera cuando se predica
y no se practica y se insulta sutilmente
menospreciando la inteligencia
de quien lo comprende.
Hartan las trampitas y la niñería
la inmadurez y la falta de cordura
los lamentos para causar pesar.
Un ser humano debe mantener su altura.
Dios es mi protector
nunca me abandona
y mi ángel de la guarda
cuida hasta mi sombra.
Yamila.