Cada vez que nace una flor,
nazco con ella,
así como de la noche sin fulgor,
nace la estrella.
Cada vez que un ave canta,
canto con ella,
así como a mi alma encanta,
la mujer bella.
Cada vez que nace la sonrisa,
río en sus labios,
y entonces la amo a prisa,
sin la premura de horas ni años.
Cada vez que aspiro aromas,
inhalo su aliento
y sus apetecidas formas,
esculpe mi pensamiento.
Y cuando veo los volcanes,
sobre el pectoral de los montes,
me invaden sensaciones,
cual si extasiara en sus pezones.
Oh magna naturaleza,
a ella se asemeja,
sus encantos con pureza,
danzan en mi cabeza.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Julio 5 del 2017.