Sepulcro Beltran

El viajero del alba

Déjame acompañarte

en el viaje de la vida

seré más que un fiel sirviente

hasta el final de mis días.

 

Seré tu perro de oreja y nunca te dejaré.

 

Si en algún punto del gran viaje tienes sed

puedes beber de mis labios.

 

Si en algún momento el frio del bosque

recorre tu cuerpo, el mío te dará cobijo,

mis brazos te darán calor.

 

Si el cansancio invade

tu mente y tu espíritu, apóyate en mi pecho y duerme,

que durante ese corto letargo yo velaré tu

sueño y tu descanso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Eternas Lunas.