Cuan fuerte soplo el viento que trajo aquel recuerdo
disuelto en el ocaso, aromas de otro tiempo
enérgico al presente llamó y con verbo encantado
le susurro al oído su verso enamorado.
Despertaron potentes las ansias
de otros días, y se vistió la playa de luz y fantasías,
cantó la caracola su más dulce canción
bajo un manto de espuma se arropa la ilusión.
Vehemente, apasionado, vibro su corazón,
que siempre estuvo alerta al juego del amor
Y limpio cual un lirio que se abriera recién
visceral penetrante, intensa fue de él.
Abrazo, que hondo abrazo, fuerte, enérgico, vivo,
discreto, silencioso, cuerpo a cuerpo encendido
cuenta que cuenta el cuento, tímida sensación
que se oculta en la seda de una sencilla flor.