Que la noche se estremezca,
que la brisa un mensaje lleve,
una nota nada extensa,
tan solo un murmullo breve,
emergente de mi ser profundo,
tan fugaz y a la vez tan potente
que es capaz de dejar inerte
al inmenso mar iracundo,
que necesito tu presencia
para que mi pena ahuyente,
ya me mata la impaciencia,
que pase el tiempo me es urgente,
si la suerte me ha juzgado
no me asusta el veredicto,
desde que estas a mi lado,
ni la muerte me impresiona,
ni es tan grande el infinito.