En mis sueños reviven tus rojos corales,
la fulgurante luz del piélago de tus ojos,
las anacaradas perlas de tu dulce boca
y el carmín de las amapolas de tus pómulos.
El viento me trae los aromas de tu cuerpo,
aromas que me llevan a lugares remotos,
donde puedo contemplar tu inefable figura
por Eolo convertida en perfumado heliotropo.
En mis sueños idolatro tus blondas guedejas,
dorada cascada que besa tus lenes hombros,
y entre mis dedos se desliza su suave seda
como la brisa en un tierno amanecer de otoño.
Tu añorado recuerdo me trae a la memoria
aquellas inolvidables tardes de grana y oro,
que en un hermoso idilio vivimos los dos juntos
cuando en el lago nacían las flores del loto.
Suspiros y sueños de amor