Julio Noel

En flamígeras y doradas tardes de otoño

En flamígeras y doradas tardes de otoño

en tus verdes ojos se agitaba el océano,

en sus lúgubres y abisales profundidades

intrépido buscaba yo mi adorado sueño.

 

Con gran esperanza lancé mis arteras redes

a los negros abismos del tétrico piélago,

en sus intrincadas mallas capturar quería

las mieles de mi idolatrado y dulce anhelo.

 

Busqué en los negros abismos tus rojos corales

para poder robarte un apasionado beso,

pero tú giraste tu cara de amapola

hacia el inmenso piélago del vasto universo.

 

Volví a lanzar mis astutas redes al abismo

con intención de estrecharte contra mi pecho;

como fugaz rayo de esperanza que se esfuma

te alejaste de mí en los brazos del viento.

 

Suspiros y sueños de amor