José Domingo Mora Rodríguez

Montañas de ensoñación

La distancia es la diferencia en  nuestras vidas, Tus ojos como dos azabaches son la luz de cada día, mi corazón late desesperadamente como arroyo desbordado de alegría, es como el infinito único y bello, tu cabello hermoso, que con el viento acaricia  tu rostro, nuestros cuerpos se queman a distancia, la brisa lleva mis caricias, por sábanas y montañas, esperando con ansias que regresen algún día, eres mujer emprendedora, no te rindes ante nada, sigues adelante aunque tu alma no tenga calma, eres lo mejor de mi vida, que al verte cada día,  alegras el alma mía, en mis sueños te veo, eres linda como las orquídeas de tu tierra, donde mil colores hacen que las montañas se vistan de hermosura, eres inconfundible. No sabes cuanto ansío que llege el dia de volver a verte, solo con mirar esos ojos, me quedo inerte. Hasta luego mis sueños cuando pueda otra vez volver a verte.