De principio a fin,
fuiste mi utopía.
pero te destruyeron,
los poderes de la miopía.
Con permanencia voluntaria,
estuviste en mi memoria,
vivificando mi energía,
con destino a la gloria.
Construiste mi destino,
y el sendero de mis sueños,
para que tu arrogancia pertinaz,
lo arrebatase con desdeño.
Quizá no volverás…
…a ser lo que ayer fuiste,
y la congoja que el infortunio traiga,
mi corazón pondrá triste.
Hoy escribo,
sin señales de ultimátum
solo es la inspiración
de un desiderátum.