Estoy buscando en la poesía, una razón al sortilegio
La etiología que convierta dos seres en linfas, dos afectos en océanos
Melodías, misterios, para germinar la simiente
Dos corazones nuevos, inmersos en un mar de delirios
Estoy buscando una palabra, una súplica al encuentro.
Dos seres que en la entrega entrelazan sus raíces
Un abrazo, un deseo, una boca sin olvido
Un corazón que no muera, para crear la melodía,
Tengo mi alma a la espera de verte entre umbrales
Dos seres que, en la noche, transmuten del cuerpo a los astros
Quien fuera versificador, para hacerte emerger sin dudas de amor
Entre tinieblas de desvarío, enlazando lo oscuro al relámpago
Estoy buscando en la poesía, pintar en tu rostro la luna y estrellas
Dos seres que, en un abrazo, transiten del río al ocaso
Imaginar que duermo en tu pecho, en el descanso de tu anatomía
Imaginar que, en tardes dóciles, me conviertes en fuego y roció
Entre versos y trovas, imaginar que no sabes de ausencias
Que tu recuerdo me salva y evapora
Quien pudiese ser encantador, para llevarte entre hechizos, de la melancolía al deseo
Quien pudiese ser Hacedor, y con las manos abiertas brotar en ti el amor
Dos cuerpos entre astros, dos sueños, dos destellos
Dos almas que, en su encanto, colman el cielo vacío
Dos seres que, en su esencia, mudan de la piedra al fluido
Dos verbos, Dos palabras, y viajó de la poesía a tu canto