Por un momento
como si mi corazón
se hubiera detenido a latir,
como si mis pulmones
mi aliento hubieran retenido,
mientras dentro de sus alas
de hechicería ella me envolvió
y mi racionalidad la desterró
Nuestros cuerpos entrelazados
cual una clemátide en flor,
soboreamos nuestro vuelo de fantasía
sobre nuestro paisajes concupiscentes,
y ecos de nuestros susurros y suspiros
resuenan por paredes de discreción
dentro de nuestro santuario subrepticio,
donde la esencia de las cenizas
de nuestras sábanas arde
La foto de la red