Amado Nervo nació en Tepic en 1870. Escribió en las mejores revistas literarias. Místicas fue su primer libro de versos publicado (1898). En Paris selló su amistad con Rubén Darío. En 1903 alcanzó el triunfo de primacía entre los poetas mexicanos. Fue enviado como Ministro Plenipotenciario ante los Gobiernos de Argentina y Uruguay. Murió en Montevideo el 24 de mayo de 1919. Yacen sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
A KEMPIS
Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tu escribiste!
¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Océano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!
Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!
Mas como afirman doctores graves,
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...,
huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...
¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
Amado Nervo, buscó el camino de la sinceridad, de la sencillez y del trabajo silencioso. Justo es lo que dijo en su momento de plenitud:
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!