Deja que el verso se sienta libre
y que junto a él tú alma vibre
deja que diga
deja que calle
deja que odie
deja que ame
deja que ignore
deja que sienta
deja que implore
y hasta que mienta
Deja que sea lo que desea
deja también que el verso se mida
y no lo detengas cuando se desborde
déjalo libre y verás que entonces
se irá volando hacia el horizonte
deja que el verso sea perverso
cruel, despiadado y que sea rebelde
que sea blanco azul o verde
o si es que acaso quiere ser negro
déjalo y dile ¡cuánto me alegro!
deja que inspire a todo el mundo
y que lo cambie si es necesario.
Deja que sea la idea
buena, rara o confusa,
si es elocuente o si gaguea
deja que no siempre la musa
anda rondando por el parnaso
deja que el verso deje su paso
y que te lleve hasta la cima
deja que te caiga encima
deja que sea el suspenso
el deseo y el comienzo
deja que el verso sea el dueño
de todos tus mágicos sueños.
Deja que invente un abecedario
deja que sea abismo profundo
por el que caigan todos tus miedos
deja que sea una montaña
que sea un desierto
o una sabana
déjalo triste hasta el quebranto
o que sonría a carcajadas
que sea la oveja que descarriada
torpe se aparte y es buscada.
Deja que el verso sea salvaje
deja que viva deja que viaje
déjalo mudo déjalo sordo
deja que sienta también el morbo
deja que sea inevitable
como una fuente deja que fluya
deja que lleve al alma tuya
Hasta las glorias
de la memoria
deja que dude
deja que entienda
deja que ayude
y que se defienda
deja que adore
deja que el verso reparta flores
Deja que muera y que descienda
hasta el averno con sus cadenas
Deja que pague ahí su condena
Deja que ponga alta su valla,
Deja que se pase también la raya.
Deja que grite a viva voz
Deja que un rayo lo parta en dos
Deja que diga también adiós.