Me dicen que las rosas no crecen sobre la arena,
Y que el sol no sale en medianoche,
Me han dicho que el frío no tirita en primavera,
Y que el rumor del viento se apaga por las tardes.
Me dicen que la lluvia no humedece mis pupilas
Y que mis lágrimas son parte de un viejo rocío,
Me han dicho que el Amor muere sin abrigo,
Y que el Adiós ha perdido toda esperanza.
Me dicen que al ir buscando al Amor,
Este muere en el postigo,
Y me han dicho que los rezos se quedan en la tierra,
Y que no alcanzan a mis cartas que iban hacia el cielo.
Me dicen que te has ido hoy y para siempre,
Y que el verte y escucharte es parte de mi locura extraña,
Me han dicho que acariciar tu manta es insano,
Y que besar el aire que dejaras es dar un paso hacia el abismo.
Me dicen que no te extrañe y que deje de quererte,
Porque la distancia es intangible como lo es mi corazón vacío,
Me han dicho que entierre tus recuerdos,
Bajo tierra de un manzano muerto,
Me han dicho tantas cosas,
Y me escucho siempre en el eco de mis recuerdos,
Que el Amor es tan sufrido,
Que nada cambiara si tú has partido,
Me dicen que el Amor no es como la lluvia,
Que riega la tierra donde te he sembrado,
Me dicen que las rosas no crecen en la arena,
Y que el sol se muere por las tardes,
Me han dicho que tu Amor se ha perdido,
Y que mi corazón ya ha sido muy herido,
Me dicen que me hunda en el medio de un desierto,
Para que no crezcan capullos de Amor sobre mi cuerpo,
Me han dicho tantas cosas…
Pero prefiero sufrir por el Amor que he perdido,
Que vivir sin el miedo a perder, aquello que jamás pude haber tenido…
Eso es lo que yo digo...
Cuando veo nacer rosas sobre la arena.