Rodrigo A. Alvarenga

Prefiero

Amo pronto,

pero hago poco.

 

Sólo estoy loco,

y por loco estoy solo.

 

La quiero con todo

y papitas fritas.

Porque su risa,

es intervención divina;

que me alegra cualquier día

-por no decir, “cada día”-.

No me importa lo que digan,

Prefiero morir,

disfrutando

-en amargura-

estos días,

a vivir buscando

el sabor único de sus labios

por el resto de mi vida.