Otro día más.
No quiero despertar.
¿Debo abrir los ojos?
Solo encuentro oscuridad.
Ya no importa nada,
Se marchitan los motivos.
¿A muerto la piedad?
Quizás duerme conmigo.
Más aún aguardo el silencio,
Fiel, y único amigo,
Iré tras su mano hasta el final del abismo.
Será piadoso el destino.
Que ponga fin a mi camino.
Sin fuerzas para andar,
Espero en las sombras, escondido.
Búsqueme la muerte tras la rima de unos versos,
Tras la prosa, tras las horas,
Tras el tiempo que no tengo.
¡Aprisa encuentreme!
Rebusque en el tintero,
Allá el alma se esconde sin mediciones ni consensos,
Dónde la musicalidad baila al compás de sentimientos,
Dónde el dolor y el sufrimiento emanan con sosiego,
Acuda tras mi grito,
Guiése por alaridos.
Los mismos que esta noche,
Ensordecen este escrito.