Querido Dios mío
que estás en los cielos,
te agradezco mucho
lo que hiciste por mi,
muchas veces cuando
me cubría la bruma,
amor y consuelo
de vos...recibí.
Pero hoy acudo
a buscar respuestas,
de cosas que pasan
a mi alrededor,
el mundo cambiante
perdió la chaveta,
y en este revoltijo
ya no se...quién soy.
Me han cambiado todo
por eso no encuentro,
aquellos lugares
que he sabido ver,
en los tibios zaguanes
refugio de amantes,
se juntan los chicos
a drogarse...y beber.
No es justo que el medio
me haga a un lado,
porque tengo ideales
en los cuales creer,
quiero que me dejen
con mis utopías,
vida hay una sola
y a ella...aposté.
Te imploro sumiso
que pongas tus ganas,
a que esto cambie
de una buena vez
que haya esperanzas
y un lindo futuro,
gracias por los niños
y por mi...vejez.
Boris Gold (simplemente…un poeta)