Me dejo caer en gotas sobre su lengua
Se entrega a pedazos
le devuelvo el gesto
A veces intuye que no soy suya
y me enternece
Los domingos
viene cargando abedules para mi vientre
y un trébol azul que me corre hasta los pies
Me bebo su calma cuando se duerme
le dejo toda la nostalgia en la espalda
me abrazo a sus sueños
entiendo
que aún no es el momento de decirle
que ya me he ido