Esa lluvia silenciosa
Ese refugio de estatuas
esas frías llamas
que escapan de las rejas
como el libre canto de un canario
que no llega a dar consuelo
a un delfín en un acuario
Esas noches que de pinceles secos
hacíamos viruta con las estrellas
las estrellas
las mismas malditas estrellas
que cómplices con el misterio
nos cuelgan una antigua foto
mientras detrás se juntan
a reírse de los ojos.
Esas que de lejanas
cruzan soles
como nosotros los dedos
pidiendo deseos
sobre nuestra fugaz vida
Las estrellas
esas malditas estrellas
que no rezan por los hombres.