Palabras.
Como aves que se posan
en el alambre de los renglones,
que chillan salvajes
fuera de mi control posible,
yo me limito a fijarlas
en el azul de la tinta,
acaso para apresarlas
o para que vuelen libertinas.
No controlo a estas palabras
simplemente las ordeno
como llegan de su vuelo
de sabe quien cuales lugares
porque no son mías
porque las escribo.
Palabras.
¡Que bellas criaturas
cuando ordenadas
tienen sentido!