yoel alejandro

Carta número dos

Has tenido suerte
aún no te muerdo el pezón
no he besado con mi boca
que es la boca de un proscrito
esas terribles e infinitas cumbres.
Sigue
en mí
vivo el deseo de convertirme
en la llaga que acaricias
aunque duele
sé que soy enfermedad incurable
extrema sequía
en tus ojos
un escritor importante solo para su propio ego,
pero me amas
a pesar de que tus palabras exploran otras palabras
heridas sonoras
que tejen un paisaje cercano al odio.
Estoy a un paso y medio de llenarme
con tu copa
llena del fuego incandescente que brota de tu piel
estoy cerca
pero el mar es tu cómplice
y te convierte en humo antes de que te atrape.
Has tenido suerte
aún estoy por tus rodillas
y tu corazón se aleja
en manos de un hombre moderno
más sensible
más cercano al verano
yo he pateado tres otoños
y el invierno goza agrietándome.
Cuando te alcance
seré implacable
mis tenazas
harán que tu metal se arrodille
ante la volcánica fiereza de mis versos.
A ti poesía
escribo esta carta.