Rafael Lechowski.
En mi habitación me refugio de mí.
Rumo lo que fui y trago lo que seré.
La oscuridad silente surge a tropel
y regala su tiempo a este lápiz gris.
Es esta oscuridad dejé cicatriz
dando hachazos ciegos buscando mi fe.
Aquí fue donde aprendí un par de por qués
y en cierto momento me saludó el fin.
En este vacío hábito cuando queda
mis únicas manos como compañía
y mi único silencio como ópera.
Paredes que son libertad, condena,
que abrazan, abrasan mis palabras frías
cuando busco amparo de mi ceguera.