Camino solitario bajo la lluvia
ya ningún abrazo ni ninguna sonrisa
calientan mi alma ni mi cuerpo.
Los pedestales que antes me sostenían,
han sido demolidos por un tremendo viento,
que me acoge en silencio, llevándome lejos.
En la oscuridad, veo los ojos de otros,
antiguos compañeros que trabajaron
codo con codo conmigo, a mi lado.
En la oscuridad, como relámpagos,
veo sus ojos, tristes y cansados.
La soledad hace mella en mi viejo cuerpo.
Yo también estoy triste y cansado.
Las estrellas recorren cada noche su camino.
No hay vuelta atrás para mí.
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