Su rostro se refuta en el reflejo
Y no se si seran mis anhelos condenandole o
La ilusoria rima en su boca
quien detiene el telon de mis corneas.
Algúna inspiración de fuera me
recuerda el invierno que se entreteje en
las ventanas, ella sonrie.
¿Arrojada a ella propia esa sonrisa lisa como entrada triunfal a su locura?
O hacia la escualida pero tierna timides
que me estruja el cuello, que anestesia las mejillas y que el ceño en señal de rendición se comprime como lo hacen los ecos del pecho.
Las palabras han invernado esta tarde de diciembre, y ella ha descendido dejando la melancolia a bordo del pasajero.