Sepulcro Beltran

Raven

 

 

oh silencioso bosque, hoy te atravieso con el corazón tan lleno de miseria, pues todas las voces que junto a sus hojas en otoño caen de los árboles para terminarse pudriendo en la tierra, las hierbas y ramas que rasgan mis brazos y piernas, me recuerdan a sus manos, que acariciaban mi barba y mi pecho.

Es al sonido de su río, donde rompe el agua con las piedras, que tranquilamente​ puedo descansar de mi triste delirio, ese mismo delirio de la noche llena de vida y penumbra, que solo el brillo de Selene* y de las luciérnagas logran iluminar éste triste camino.

Pues de éste indómito lugar, y de sus habitantes que aúllan, bufan y gruñen, solo existe uno que me quita el sueño, que me roba la tranquilidad, que me roba la sanidad de mí mente y mi espíritu, ese habitante no profiere macabros ruidos, no es venenosa, no tiene garras, ni afilados colmillos y tampoco se arrastra, pero es capaz de arrancarte el corazón, va por ahí caminando en su infinito tedio y con su eterna ambición es capaz de tragarse tu vida en un bostezo, es ella, la que con sus amables sonrisas e infames mentiras te transporta a mundos de fantasía y paraísos de ilusiones, eso antes de destrozarte, justo aquí en el olvido de éste bosque.

 

 

 

 

Eternas lunas.