Diego Nicolás García Contreras

(meu rey) (6)

Joven cabello largo,
mojado en sudor,
canos algunos pelos de la barba,
mirada profunda, solitaria.

Haz arrugado tu frente ante los influjos.

Has de luz refulge siempre en tu espalda colmada de lunares
cargando el peso de tu sucata,
aquellos tesoros que para muchos son basura
Rafael.

Todo aquello que vivo
es tuyo.

Yo no me puedo ver caminando al sol
cual espejo,
pero a ti te veo;
con sonrisa confundida al viento,
dientes amplios y manos gruesas,
capas de labores abren buracos na areia.

Y aquí estamos los dos,
cubriéndonos con hojas de bananera en la playa fría de un caribe inmenso,
luego de llorar de dolor por las espinas.

Luego de llorar de la risa por una gaviota traviesa,
luego de llorar de llanto del delirio conformado.

Por tu y yo orandole a Dios,
pidiendole el perdón.
Recibiendo el dia y los alimentos
recibiendo tus bellos augurios perfumados
y siendo como siempre
guerreros abriéndose paso al tiempo.