Mujer, cuando te miro se enciende mi pasión,
provocas mis suspiros, dominas mi razón.
Me llevas por caminos de brillantes colores,
provocas el delirio del cual somos actores.
Buscando ser felices, mágicos soñadores,
encontramos alegres, del amor sus fulgores.
Tu opinión asertiva, lúcida y moderada,
es racional proclama de brillantez cargada.
Con tu magna ternura, ríe mi corazón
que se muestra extasiado, palpitando loores
dedicados a ti, bella mujer amada.