Ocultandome en claustros de penumbras,
escribiendo la realidad que quiero escapar.
Hundiéndome en el amor que oculta
ese odio hacia mí, que tiende a matar.
Aquella soledad de mis principios
empieza a sentirse otra vez
y el amor, que de mi extirpo,
se convierte en odio hasta mi vejez.
Sufro por tener lo que temo perder,
un verdadero corazón salvador,
que me haga doler el alma sin ceder
a los reclamos eternos de mi amor.
El sueño de un año entero diabolicamente cumplido,
dulce promesa que me creí como un niño ilucionado.
Quizas vuelva, quizas no, siendo yo, eternamente herido,
tanto como sufrir sin morir, sin tu presencia a mi lado.
Sufro por tener lo que temo perder,
sufro tu desamor infundado y mi necio amor.
Cansado caigo a tus pies y me dejo vencer
por el dolor que me hace sentir el corazón.
Pablo Ariel Paez Vega