En esta España (que ya no tiene gracia)
vale por oro su lengua que yo tanto adoro
y que si no fuera por ésta (no hay falacia)
sabe Dios, por mi patria, que lloro.
También sabe Dios, que lengua de Castilla
corre por mis venas como mi religión,
y que orgulloso la tengo en mi corazón.
Amar esta lengua hermosa y sencilla,
que yo como español, es mi consuelo,
pues vivir en mi país y sentirme extranjero,
ya es duro, y pena mía vivir bajo este cielo.
Lengua castellana mía que te quiero
lo que más en el mundo, y no es trola
gritar al viento:¡viva la lengua española!.
Nacho Rey